El Grupo Social ONCE participa en Málaga en la jornada ‘Mujer, empleo y discapacidad, un gran desafío’
Organizada por Envera para celebrar el 8M con el talento de las mujeres con discapacidad como protagonista
Con motivo del Día Internacional de la Mujer (8M), Envera -organización que trabaja desde hace más de 45 años por la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad- celebró en Málaga la Jornada ‘Mujer, empleo y discapacidad, un gran desafío’(se abrirá nueva ventana), con la participación de directivas de grandes empresas y de la administración pública que han hablado de la inclusión y de la igualdad como factores esenciales para la competitividad de sus organizaciones, poniendo especial énfasis en el talento de las profesionales con discapacidad como parte de su capital estratégico.
En representación del Grupo Social ONCE asistió la vicepresidenta de Igualdad, Recursos Humanos y Cultura Institucional, e Inclusión Digital y presidenta del Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo, Patricia Sanz.
Según el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de la Fundación ONCE – ODISMET (2021)(se abrirá nueva ventana), las mujeres con discapacidad sufren paro e inactividad en un 66,7% frente al 23,3% de las personas sin discapacidad en edad de trabajar, y una brecha salarial de más de 8.000 euros.
Esta situación tiene además un efecto directo de dependencia económica, falta de libertad, riesgo de pobreza y exclusión para miles de mujeres, invisibles entre las invisibles, vulnerables entre las vulnerables, además del coste en recursos públicos que todo ello implica, recursos que se sostienen con los impuestos de todos. Un dinero público que podría dedicarse a invertir en inversión e innovación para alcanzar un futuro mejor para todos, más allá de solventar una desigualdad que es sinrazón laboral y humana.
El acto, celebrado en el Centro de Innovación Social La Noria, fue inaugurado por la vicepresidenta segunda de la Diputación de Málaga, Natacha Rivas, y por el teniente de alcalde y concejal del Área Derechos Sociales, Igualdad, Accesibilidad, Políticas Inclusivas y Vivienda del Ayuntamiento de Málaga, Francisco Pomares.
María José López, profesional con discapacidad y responsable de un equipo tecnológico en Envera, fue la encargada de introducir la jornada a través de su propia experiencia. A sus 64 años, y después de una carrera profesional de 31 en Envera, donde dirige un equipo cualificado de seis personas, todas ellas con diversas capacidades físicas y sensoriales, López asegura que no tiene ninguna duda de que la discapacidad es para las empresas un freno más grande que el género.
Tras su intervención, dio lugar la Mesa de diálogo ‘Casos de éxito. Mujer, empleo y discapacidad, ¿Cómo abordan las empresas y administraciones este desafío?’, moderada por el director general de Envera, Enrique Grande, y que contó con la participación de directivas de compañías “líderes en sus sectores” como Carrefour, Grupo Social ONCE, Iberia Express, la Junta de Andalucía y Sacyr.
Brecha salarial por encima del 20 por ciento
La vicepresidenta del Grupo Social ONCE, Patricia Sanz, denunció que la brecha salarial de género en España se sitúa por encima del 20 %, lo que significa que el salario medio anual que reciben las mujeres está casi 5.000 euros brutos por debajo que el de los hombres, una realidad aún más dramática cuando estas mujeres tienen algún tipo de discapacidad, cuando esta diferencia se eleva hasta los 8.000 euros brutos al año.
Sanz aseguró que “en España, con 4,5 millones de personas con discapacidad, sólo 1 de cada 4 en edad de trabajar lo está haciendo y, de ellas, menos de la mitad son mujeres”.
Por su parte, Carlota Sofía Valverde, directora regional de Recursos Humanos de Carrefour explicó que “la igualdad de oportunidades y la no discriminación son dos pilares de la compañía”. Señaló el “papel importante de las compañías” para hacer efectiva la igualdad y reclamó que “las propias mujeres rompan con esas barreras que muchas veces se ponen a la hora de buscar empleo”. “Solo desde la normalización -apuntó- lograremos derribar esos prejuicios”, en los que el miedo y el desconocimiento, en opinión de todas las intervinientes, son claves.
Para la directora Corporativa de Iberia Express, Elena Baíllo, la igualdad y la diversidad tienen un claro componente competitivo para las compañías: “queremos una empresa diversa porque nuestros clientes también lo son. El fomento de una cultura de la igualdad de oportunidades no sólo contribuye a hacer mejores a las compañías en ética y valores, en su ESG, sino que constituye una inversión al contribuir a que seamos la empresa diversa que queremos, espejo de la realidad de nuestros clientes”.
La aerolínea cuenta con un 12 % de mujeres con discapacidad que realizan labores administrativas, las cuales, además de “un rendimiento excelente”, aportan “muchas cosas que no son tangibles”, apunta Baíllo. Como la mejora del sentimiento de pertenencia por parte de los demás empleados, capacidad de superación o buen ambiente en sus oficinas, lo que hace a la compañía mucho mejor en el aspecto social y empresarial.
Como otro ejemplo, en Sacyr se ha puesto en marcha un plan específico para incorporar a mujeres en la empresa, especialmente con discapacidad intelectual, en riesgo de exclusión y víctimas de violencia de género, tal y como reveló su directora general de Personas, Patricia Martínez, quien además destacó que las medidas de igualdad estén “avaladas por la dirección” de la empresa.
Compromiso desde las administraciones públicas
En cuanto al papel de la administración pública para eliminar brechas de empleo y salario, que con tanta dureza afectan a las mujeres con discapacidad, Ruth Sarabia, delegada territorial en Málaga de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, puso por delante la necesidad del “compromiso firme con el acceso al mercado laboral de las personas con discapacidad y más aún si son mujeres”. Una determinación del Gobierno andaluz que en los últimos cuatro años ha llevado –en datos aportados por la propia Sarabia- a la inserción de más de 55.000 personas con alguna limitación física, intelectual o sensorial, de las que el 65 por ciento son mujeres. “Estos resultados –explicó- son fruto de tres pilares: la contratación pública, el apoyo a las empresas y los puestos generados a través de los centros especiales de empleo”.
Con todo, las intervinientes coincidieron en que queda camino por recorrer, si bien se están dando los avances necesarios para que las mujeres con discapacidad ocupen con dignidad su lugar en el mundo.
Hace 31 años, ninguna agencia de viajes quiso contratar a María José al ver su brazo paralizado por la poliomielitis infantil que sufrió, y hoy, paradójicamente, ella y su equipo son los que reparan los errores que cometen estas compañías, haciendo posible de 2,5 millones de personas al año, cuyas reservas de viaje están mal hechas, puedan finalmente viajar. Porque como ella misma dijo, “somos personas con discapacidad, pero hay muchísimos otros que no tienen, o no la tienen certificada, y son menos capaces como yo”.
Hoy más de 250 mujeres con discapacidad trabajan en Envera demostrando, como reza el lema de esta organización, que “todos podemos ser los mejores en algo”.