Degeneración macular, DME o DMAE
Qué es la degeneración macular asociada a la edad o DMAE
La degeneración macular, DME o DMAE, es una patología ocular degenerativa que afecta la visión central y aguda. Esta enfermedad afecta directamente a la mácula, la parte central de la retina ocular, que se encarga de aportar nitidez y definición a los detalles y objetos más pequeños.
Esta afección es más común en personas mayores de 60 años, por eso se la conoce como 'Degeneración Macular Asociada a la Edad'.
Podemos distinguir dos tipos de DME:
Degeneración macular húmeda
La degeneración macular húmeda se produce cuando los vasos sanguíneos que hay detrás de la retina empiezan a crecer demasiado cerca de la mácula. Estos vasos suelen ser muy finos y muchas veces desprenden sangre y líquidos que hacen que la mácula se mueva de su lugar habitual en el fondo del ojo.
Esta afección macular es más severa que la seca y conlleva una rápida pérdida de visión
Degeneración macular seca
La degeneración macular seca surge cuando las células y vasos sanguíneos de la mácula se deterioran y se vuelven cada vez más frágiles, haciendo que se forman pequeños depósitos amarillos (drusas) y que la visión central se vaya nublando poco a poco. Esta afección puede aparecer en los dos ojos des del principio, o primero en uno y después en el otro, y no necesariamente conlleva la pérdida total de visión.
La DMAE seca tiene 3 etapas:
- Degeneración macular temprana: En esta etapa el ojo afectado empieza a tener pequeñas drusas localizadas, pero no hay pérdida de visión grave.
- Degeneración macular intermedia: Durante la degeneración macular intermedia, las drusas se vuelven cada vez más grandes y las personas afectadas ven un punto borroso en el centro del ojo. Durante esta etapa se necesitará más luz para leer, escribir y hacer todo tipo de tareas.
- Degeneración macular avanzada: Además de las drusas, las personas con degeneración macular seca avanzada tienen un deterioro de las células sensibles a la luz que causa un punto borroso en el centro de su visión. Con el tiempo, este punto borroso se puede ir agrandando y oscureciendo hasta llegar a la pérdida total de visión.
Qué es la mácula y dónde se encuentra
La mácula es la parte del ojo humano que se encarga de proporcionar nitidez y definición a aquello que estamos viendo. Gracias a la mácula somos capaces de ver detales muy pequeños con claridad, de percibir el movimiento, los colores, etc. Sin embargo, una mácula dañada hará que nuestra visión central sea débil, poco precisa y borrosa.
Esta parte del ojo es una pequeña zona situada en el centro de la retina, que a su vez está en el fondo del ojo. La retina es la encarada de trasformar los impulsos lumínicos en impulsos nerviosos que manda al cerebro para que este sea capaz de tener una visión clara de aquello que estamos observando. De este modo, un mal funcionamiento de la mácula hará que la retina mande la información en ‘baja definición’ y, en consecuencia, la imagen final será borrosa y de poca calidad.
La mácula se compone de la fóvea, situada en la parte central y que tiene un tamaño aproximado de 1,5 milímetros. Esta es la región de la retina que genera la mayor agudeza visual, ya que es donde se encuentra el punto focal. Dentro de la fóvea encontramos la foveola, una región de unos 0,35 milímetros que se presenta como un reflejo brillante.
Además, la fóvea está envuelta por una extensión de la mácula, la zona parafoveal, que a su vez está envuelta por la Zona perifoveal.
Síntomas principales de la degeneración macular
Los síntomas principales de la DMAE, ya sea húmeda o sea, son la perdida repentina o progresiva de campo visual central, la imposibilidad de ver detalles u objetos pequeños, la visión borrosa o los puntos ciegos en la visión central y la distorsión de las líneas rectas, es decir, ver ondulado aquello que es recto.
Causas de la degeneración macular
La degeneración macular es una enfermedad multifactorial, es decir, puede estar provocada por múltiples causas. Tal y como indica el propio nombre de la patología 'Degeneración Macular Asociada a la Edad', la causa principal es el envejecimiento del ojo, la edad.
Otras causas pueden ser la predisposición genética, el tabaco, la hipertensión arterial, la exposición directa y prolongada a los rayos ultravioleta, los problemas circulatorios o los malos hábitos alimentarios, entre otros.
Tal y como hemos observado, hay dos tipos de degeneración macular: la seca y la húmeda, y ambas presentan características y causas diferentes:
- La degeneración macular seca surge cuando los vasos sanguíneos y las células de la mácula se deterioran y se vuelven cada vez más finas y frágiles. Esto provoca que se acumulen formando las drusas, unos depósitos de líquido amarillento que nublan la vista.
- En cambio, las degeneración macular húmeda es causada por el crecimiento exponencial de las venas que pasan por detrás de la retina. Estas venas son muy frágiles y suelen soltar liquido y sangre que se acumula, hasta desplazar la mácula de su lugar habitual en el fondo del ojo.
Cómo ven las personas con degeneración macular
Como hemos visto, la degeneración macular afecta la mácula, la parte de la retina que se encarga de dar nitidez y detalle a todo aquello que estamos viendo. De esta forma, las personas con degeneración macular pierden la capacidad de observar los detalles más pequeños de las cosas.
Sin embargo, podemos distinguir dos tipos de visión, dependiendo de si la degeneración es húmeda o seca.
La característica principal de las personas con degeneración macular seca es la visión borrosa. A medida que las células de la mácula se van deteriorando, la visión se vuelve cada vez menos nítida y se pierde el detalle de lo que tenemos delante, ya sea las caras de las personas o las letras de un libro.
En cambio, el síntoma más común del tipo húmedo de esta enfermedad es que las líneas rectas se ven onduladas. Eso se debe a que el líquido que desprenden los vasos sanguíneos se acumula bajo la mácula hasta desplazarla, distorsionando la vista.