“Tener una familia, desempeñar un trabajo, hacer deporte... ¡Somos capaces!”, las personas con sordoceguera reivindican su normalización en la sociedad
En el Día Internacional de las Personas con Sordoceguera, 27 de junio
Coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Sordoceguera, hoy 27 de junio, las principales entidades del ámbito de la sordoceguera han querido lanzar su reivindicación sobre la normalización en la vida de estas personas dentro de la sociedad.
De esta manera, con el lema “Tener una familia, desempeñar un trabajo, hacer deporte... ¡Somos capaces!”, varias personas con sordoceguera han mostrado sus ejemplos personales de inclusión, en el marco de un acto institucional organizado en torno a la celebración de este Día.
Un acto que ha sido inaugurado por la vicepresidenta del Consejo General de la ONCE, Imelda Fernández, y ha contado con la intervención del director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Jesús Celada.
Tras ello, bajo la denominación de ‘Mesa de Experiencias’, María Ola Clemente ha hablado de su experiencia con la maternidad; Elisa Isabel Muñoz ha mostrado su experiencia laboral como mujer y trabajadora por cuenta propia; Carlos Martínez se ha referido a su experiencia personal en deportes de riesgo y aventura; y Mª Jesús Cañamares ha dedicado su exposición a la experiencia de publicar su primer libro. Mª Jesús, además, ha sido la encargada de conducir todo el acto.
Del mismo modo, el grupo ‘Babel Teatro’, compuesto por 10 actores y actrices, 8 de ellos con sordoceguera, y dos personas sordas, bajo la dirección de Javier Regueros, han ofrecido la representación de un sketch de la obra “Más allá”, como ejemplo de inclusión cultural.
Somos capaces
Una vez concluida la ‘Mesa de Experiencias’, el acto ha continuado con la participación de los representantes de las tres entidades convocantes: el presidente de ASOCIDE Euskadi, Josu Domínguez, en nombre de la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España (FASOCIDE); la presidenta de la Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera (APASCIDE), Dolores Romero; y el presidente de la Fundación ONCE de Atención para las Personas con Sordoceguera (FOAPS), Andrés Ramos.
Durante cada una de sus intervenciones, se ha ido perfilando un mapa sobre la situación actual de las personas sordociegas, haciendo hincapié en las necesidades específicas de este colectivo y las diferentes vías de atención que se les ofrece para tratar de alcanzar una inclusión real en la sociedad.
Se estima que, en España, en la actualidad, hay más de 6.000 personas con sordoceguera. La sordoceguera es una única discapacidad que resulta de la combinación de dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva), provocando problemas de comunicación únicos y necesidades especiales derivadas de la dificultad para percibir de manera global, conocer y por tanto interesarse y desenvolverse en el entorno.
La persona con sordoceguera tiene más restringidos los estímulos que si tuviera limitaciones en uno solo de los sentidos. Por eso, es necesario poner en práctica otras metodologías, tanto en la educación de los niños como en la habilitación y rehabilitación de los jóvenes y los adultos, basadas en el aprovechamiento no sólo de los posibles restos de vista y oído, sino también de los demás sentidos, fundamentalmente el tacto.
Día Internacional de las Personas con Sordoceguera
El 27 de junio es considerado el “Día Internacional de las Personas con Sordoceguera”, en conmemoración del nacimiento de Helen Keller, la primera persona sordociega que luchó por los derechos de las personas que presentaban esta discapacidad. Helen Keller nació en Alabama el 27 de junio de 1880. Cuando tenía 19 meses sufrió unas fiebres que le privaron de los sentidos del oído y la vista. Su incapacidad para comunicarse provocó una situación traumática para ella y su familia, lo que generó graves problemas de conducta debidos a la imposibilidad de relacionarse con los demás.
No obstante, a pesar de su discapacidad, muchos años después daba discursos acerca de su vida, se graduó con honores en la Universidad de Radcliffe e incluso escribió libros sobre su experiencia personal. Todo ello fue posible gracias a la gran ayuda e influencia de su institutriz, Anne Sullivan, quien le enseñó a leer, a comunicarse con los demás y a llevar una vida normalizada.