El Grupo Social ONCE aboga por la seguridad de las personas con discapacidad ante los nuevos espacios urbanos de prioridad peatonal
En el marco de la Jornada de Reflexión ‘Debate sobre los espacios peatonales dentro del espacio público urbano’ organizada por la FEMP
El Grupo Social ONCE ha abogado por la necesidad de garantizar la seguridad de las personas con discapacidad en los nuevos espacios urbanos de prioridad peatonal, donde la accesibilidad debe estar perfectamente integrada.
Así ha quedado reflejado durante la Jornada de Reflexión ‘Debate sobre los espacios peatonales dentro del espacio público urbano’, que ha organizado hoy en Madrid la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Dicha jornada ha dedicado una mesa redonda a ‘Los espacios de prioridad peatonal y las personas con discapacidad’, compuesta por el jefe del Departamento de Accesibilidad al Medio Físico de Fundación ONCE, José Luis Borau; el jefe del Departamento de Autonomía Personal y Accesibilidad de la ONCE, Víctor López Eiris; y María Concepción Blocona Santos, asesora de la ONCE en materia de accesibilidad. Junto a ellos, ha participado también Óscar Moral Ortega, asesor jurídico del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y presidente de CERMI-Comunidad de Madrid.
A lo largo de su exposición, Borau ha hecho referencia a la accesibilidad y la garantía de movilidad como parámetros imprescindibles del nuevo diseño de los entornos urbanos, puesto que en ellos quienes viven son las personas. “Hablar de prioridad peatonal es algo obvio, innato a la propia ciudad, por lo que no se puede asumir ningún diseño que dé la prioridad absoluta a los vehículos, ya sean a motor, de tracción humana u otro tipo de elementos que faciliten la movilidad de las personas en las ciudades”, ha asegurado.
En este sentido, ha explicado que las plataformas únicas o espacios de uso mixto deben tener en cuenta que la movilidad evoluciona de diferentes maneras en las ciudades, por lo que habría que buscar soluciones que permitan el uso compartido y respetuoso por parte de todos los ciudadanos.
Espacio urbano y discapacidad visual
En el caso concreto de las personas con discapacidad visual, los representantes de la ONCE, han hecho especial hincapié en las necesidades de movilidad que presentan y que conllevan, en la mayoría de los casos, una problemática muy específica ante los nuevos diseños de espacio único (desaparición de los bordillos delimitadores, inexistencia o inadecuada señalización, circulación desordenada de bicicletas y otros vehículos por cualquier punto, presencia de elementos que, por ubicación y/o diseño, constituyen obstáculos o riesgos, o un diseño poco claro o confuso, entre otros).
Ante ello, desde la ONCE se han analizado una serie de propuestas que pasarían por la incorporación de zonas de tránsito seguro, perfectamente identificadas y reconocibles por parte de estas personas (elementos señaliticos, pavimentos podotáctiles, etc.); disposición de un sistema de señalización homologado –horizontal/vertical– claro, comprensible y visible desde diferentes ubicaciones, que advierta a los conductores de circunstancias como prioridad peatonal, restricciones de velocidad o delimitación en el estacionamiento.
Así mismo, sería necesario establecer puntos de cruce señalizados con pavimento homologado y contrastado podotáctil y visualmente; la instalación de pavimento direccional de acanaladura para orientar hacia el lugar en el que se encuentra el límite de la zona de seguridad; y la delimitación del encuentro entre la zona segura y la indicada para la circulación de vehículos.
En este sentido, ante la creciente presencia de bicicletas y otro tipo de vehículos de transporte de personas, como es el caso de los patinetes, debería restringirse su paso exclusivamente por las zonas delimitadas para su circulación e incorporar un sistema de señalización homologado - horizontal/vertical - claro, comprensible y visible.
En resumen, tal y como ha explicado Víctor López, “es importante destacar que la apuesta por la accesibilidad en este tipo de espacios conlleva una serie de beneficios para todos, entre los que cabe mencionar la mejora de la calidad del servicio y la imagen del lugar donde se realizan las buenas prácticas”.
Tal y como ha concluído José Luis Borau, ante la aparición de los problemas que pueden conllevar las nuevas formas de movilidad y los nuevos diseños urbanos para las personas con discapacidad, “se hace necesario plantear soluciones, y un primer paso es la celebración de jornadas de reflexión como esta, en la que intervengan los principales agentes implicados”.
La jornada se ha cerrado con un debate abierto sobre los espacios de prioridad peatonal entre los representantes de los ayuntamientos asistentes y las organizaciones de la sociedad civil colaboradoras en la jornada: CERMI, ONCE, Fundación ONCE, ConBici y Foro Andando, moderado por la FEMP.