El Museo Provincial de Lugo expone ‘Ver y Tocar: escultoras en el Museo Tiflológico’, para sentir el arte igual que las personas ciegas
Hasta el 30 de septiembre
‘Ver y Tocar: escultoras en el Museo Tiflológico’ es la exposición que muestra el Museo Provincial de Lugo, en la que reúne 12 piezas que forman parte de los fondos del museo que la ONCE tiene en Madrid.
Con esta exposición, que puede visitarse hasta el 30 de septiembre, la ONCE quiere dar visibilidad a su Museo Tiflológico, y permitir a todo tipo de públicos la experiencia de tocar las piezas y acceder al arte a través del tacto, como lo hacen las personas ciegas.
Francisco Javier Farnés, director de la ONCE en Lugo, Encarna Lago González, gerente de la Red Museística Provincial de Lugo, la diputada de Cultura de la Diputación Provincial de Lugo, Iria Castro, y el jefe del Departamento de Servicios Sociales de la ONCE en Galicia, Ricardo Badía, han inaugurado la exposición ayer, acompañados por las escultoras Fátima Cortés, Pilar Vicente de Oronda y Francisca Llabrés.
Tras el acto inaugural, varias personas ciegas han podido tocar las obras y mostrar a los asistentes cómo sienten el arte a través de los dedos.
‘Ver y Tocar: escultoras en el Museo Tiflológico’ trae al Museo Provincial de Lugo obras de gran calidad de 12 escultoras, pertenecientes a la colección permanente del museo. Bronce, hormigón patinado, mármol, hierro, madera o aluminio son algunos de los materiales utilizados por estas 12 mujeres.
‘Sintiendo el viento’ es la escultura que la madrileña Ana Hernando expone en el Museo Provincial de Lugo. Refleja la sensación de dejarse llevar y disfrutar de la fuerza del viento. Es una escultura en bronce de una mujer sobre una esfera de madera que, a su vez, se soporta sobre un arco de hierro que la hace flotar.
La santanderina Mercedes Rodríguez Elvira trae ‘Ojos que no ven, corazón que sí siente’, un homenaje a las personas ciegas que muestra la caricia amorosa de una madre ciega, rozando la sien de su hijo. La mujer lleva sus ojos vendados.
Sara Giménez (Torrubia, Soria) muestra ‘La ola’, una obra tridimensional que transmite la fuerza de este fenómeno marino. Vació un bloque de mármol hasta dejar un hueco del que se elevan unas crestas superpuestas. Al tacto, contrasta la suavidad del extremo de la ola con las incisiones dirigidas hacia él.
‘El descanso’, de la madrileña Alicia Rubio García, muestra a una mujer recostada sobre una piedra áspera que la abraza. Destaca la oposición entre la fragilidad del ser humano y la rudeza del entorno que le rodea.
Gema Labayen (Ituren, Navarra) muestra al visitante ‘Canto de Tierra II’, con la que crea un espacio deslizante, un refugio dúctil, suave y sereno, en el que introducirse para entender sus contornos y límites.
La mallorquina Francisca Llabrés expone ‘Páginas arrancadas’, con la que demuestra cómo extraer de la dureza de las piedras las formas más sutiles y tiernas, elaborando obras comprometidas. Represento la vida de cada uno materializada en un libro, donde se relatan las experiencias.
‘Ana’ es la obra que la pontevedresa Pilar Vicente de Foronda trae a esta exposición. Es una creación temprana, en bronce, en la que la autora quería realizar una escultura tradicional, al modo fin de siglo XIX-XX.
Fátima Cortés, madrileña, muestra ‘Todas las criaturas grandes o pequeñas’, escultura que representa el amor incondicional, la fidelidad y el respeto. La Madre Naturaleza abraza con ternura a todas sus criaturas, en este caso una pequeña cabritilla que, agradecida, toca suavemente el rostro de su creadora.
Elena Laverón (Ceuta) llega al Museo Provincial de Lugo con ‘Mujer con brazos en jarra’, en la que se aprecia la serenidad y quietud que caracteriza su obra y, a la vez, la rotundidad y determinación que trasmite la postura de la escultura.
La escultora francesa ‘Muche’ (Muriel Vignet Lesbros) sorprende con ‘La Tenacidad’, llena de energía que a unos atrae y a otros repulsa. La pieza está llena de energía. Es la mano de la tenacidad, de la fuerza, también del poder o del sufrimiento.
Sonia Cardunets García (Madrid) expone ‘Aurora’, que recibe al visitante con los pies en actitud de marcha para comenzar el día. Es de líneas estilizadas y está llena de dinamismo y movimiento, para expresar la actitud de recibir al amanecer, al despertar.
Kay Woo, escultora de Corea del Sur, se inspira en su sobrina nieta para crear ‘Baby Silver’. Es una figura infantil, con rasgos asiáticos y el pelo levantado. Realizada en aluminio, un metal frío, sus formas son muy sutiles, por lo que el tacto precisará de mucha sensibilidad para captar todos los matices.
Estas 12 esculturas permitirán disfrutar a personas con discapacidad visual o sin ella de la nueva experiencia de sentir la escultura a través del tacto.