La ONCE impulsa en Bruselas que la cooperación al desarrollo de la UE llegue también a las personas con discapacidad
Trabaja para que la nueva etapa que se abre tras el “Brexit” no deje fuera a las personas con discapacidad
La ONCE ha exigido garantías en Bruselas de que la ayuda dirigida desde la Unión Europea a cooperación al desarrollo tenga en cuenta a las personas con discapacidad de los países a los que se envía y no provoque incluso una mayor distancia de estas personas con la dura realidad a la que se enfrentan cada día.
Así lo ha hecho llegar a las autoridades comunitarias una delegación de la ONCE y su Fundación que se ha reunido en Bruselas esta semana con el comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica, y también con la comisaria de Política Regional, Corina Cretu, a quien se ha reiterado la necesidad de que el apoyo de la discapacidad llegue hasta las políticas regionales de la Unión.
“Debemos buscar un marco activo para que los instrumentos europeos de cooperación al desarrollo lleguen a las personas con discapacidad. No permitamos que sean los discriminados entre los discriminados y no se beneficien que la ayuda de Europa a esos países, de la que ahora se quedan casi siempre fuera”, ha destacado Alberto Durán, vicepresidente de Fundación ONCE, miembro de la comitiva española en la que también estuvieron la vicepresidenta de la ONCE, Patricia Sanz Cameo, y la consejera general de Relaciones Internacionales y Expansión Exterior, Ana Peláez.
La ONCE y su Fundación recordó que el 80% de la “maquinaria legislativa” sobre la que se apoyan los derechos de los 85 millones de personas con discapacidad de la UE nace precisamente en Bruselas y reiteró la necesidad de que la labor comunitaria siga manteniendo un espacio para las políticas de cohesión tras la situación generada por el “Brexit” y que, en ningún caso, se puedan generar nuevas barreras, como ha ocurrido en los años de crisis.
Los dos comisarios Mimica y Cretu mostraron a la Organización su compromiso con la necesidad de que los objetivos de desarrollo sostenible sean claves en el futuro de la Unión Europea, tanto dentro como fuera de ella, y en especial que se tenga en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad.
Para ello, ofrecieron a la Organización sumarse a cuantas iniciativas se organicen en este sentido, como por ejemplo, a un diálogo estructural de fundaciones que está organizándose en Bruselas o al grupo de reflexión de la UE sobre la agenda 2030 de Naciones Unidas.
Por otra parte, desde la ONCE y su Fundación se solicitó a las autoridades comunitarias una mejora en el Acta de Accesibilidad recientemente impulsado por la UE, haciendo especial hincapié en la discriminación en el transporte y, sobre todo, en el transporte aéreo, donde los problemas de las personas con discapacidad se producen casi a diario.
Vertebrador social
Las autoridades europeas alabaron el papel de la ONCE como vertebradora del tejido social en España, en Europa y en el mundo y solicitaron la colaboración para extender este modelo de acción con la discapacidad a otros puntos de Europa, con una gran alianza estratégica en este sentido, algo a lo que la Organización está absolutamente dispuesta.
Finalmente, ambas partes coincidieron que el camino a seguir es el respeto y cumplimiento de la Convención de la ONU de los derechos de las personas con discapacidad, cuya puesta en vigor mejorará la situación de estas personas tanto a nivel general como en las políticas de carácter regional.
Presupuestos comunitarios sociales
Por su parte, la directora general de Presupuestos de la Comisión Europea, la española Nadia Calviño aseguró en un almuerzo organizado por Fundación ONCE que el próximo marco financiero “post-2020” debe responder a las expectativas de la ciudadanía europea en eso que se puede denominar “la pata social” de Europa.
Para la dirigente comunitaria se trata de que las cuantías financieras con las que la Unión dota a los países se gasten con la mayor eficacia posible, que se genere una mejor política social y que nadie se quede fuera. Y recordó que un 75% del presupuesto de la UE se dedica, entre otros, a política de cohesión, que ha contribuido a la construcción europea en los últimos 60 años.
En ese sentido confirmó que la intención comunitaria es contar a mediados del año que viene con una propuesta presupuestaria consensuada que responda a los objetivos de la ciudadanía europea y del presidente Jean Claude Juncker de “dirigirnos hacia una Europa más próspera, competitiva, segura, sostenible y solidaria”.
La delegación española también ha mantenido reuniones de trabajo con la responsable de la Unidad de Discapacidad e Inclusión del Parlamento Europeo, Enmanuel Grange; con el gabinete de la comisaria de transporte, Rebeca Bulç; y con el embajador de la representación permanente en España ante la UE, Pablo García-Berdoy.