Como lectora de braille, ha recibido una adaptación de ‘El Principito’ por parte del Club Braille de Madrid

La ONCE se suma al cumpleaños de la Infanta Margarita con una visita al Museo Tiflológico y al Centro de Producción Bibliográfica dependiente del Servicio Bibliográfico de la ONCE, en la que ha estado acompañada por Miguel Carballeda, presidente del Grupo Social ONCE, y varios responsables de la Organización.

La Infanta Margarita, afiliada a la ONCE, cumplió 80 años el pasado 6 de marzo. Por este motivo y por ser usuaria habitual del sistema de lecto-escritura braille, el Club Braille de la Delegación Territorial de la ONCE en Madrid le ha rendido este homenaje al que se suma toda la Organización.

Durante su visita, la Infanta Margarita ha podido conocer de cerca la labor del Servicio Bibliográfico de la ONCE (SBO), que tiene sedes en Madrid y Barcelona, y que es el encargado de adaptar en braille, en relieve y en audio, todos los documentos que necesiten las personas ciegas afiliadas a la ONCE, priorizando la inclusión educativa o laboral.

Además de libros, es muy destacado el trabajo en apuntes para exámenes, libros en tacto, braille y tinta para aprendizaje de los más pequeños al lado de sus compañeros de aula; planos; mapas; y materiales en 3D para facilitar el acceso al conocimiento.

La Infanta ha recibido explicaciones de cómo se realiza esta labor, fundamental para el acceso a la cultura de las personas ciegas. Además, ha recibido información sobre los textos que edita el SBO, como una docena de publicaciones propias en braille al mes, dirigidas a diferentes públicos y temáticas: ocio, cultura, música, jóvenes, cuentos infantiles, historia, actualidad, mayores, pasatiempos… Y de cómo nutre con préstamo de libros en braille a las 33 tiflotecas de todo el país.

La Infanta Margarita ha visitado también un ‘rincón de relieve’, espacio en el que se pueden tocar figuras tridimensionales o láminas, para hacerse una idea de cómo son ciertos elementos, lugares o personajes, que luego ayudan a realizar charlas y encuentros literarios por todo el país.

Este espacio tiene 130 libros para niños, en los que se mezclan texturas, relieves, braille y tinta, y que hacen las delicias en la escuela de los niños afiliados y, aún más, de los niños sin discapacidad y sus profesores, lo que supone un ejemplo de inclusión.

También se ha informado a la Infanta Margarita de los avances tecnológicos, y de cómo cualquier persona ciega puede acceder a la estrella del SBO: la Biblioteca Digital ONCE, la mayor biblioteca del mundo para personas ciegas, que se pueden bajar los más de 55.000 volúmenes en cualquier formato (braille impreso, braille computerizado o sonoro), desde cualquier lugar y en cualquier soporte.  El año pasado recibió casi 300.000 descargas.

Museo táctil

Tras recorrer el SBO, la Infanta Margarita ha visitado el Museo Tiflológico de la ONCE, en el que las obras expuestas pueden verse y tocarse. Es este centro, además de la vista, se emplean como vías de información el tacto y el oído. Se inauguró en 1992 y, en los últimos años, recibe algo más de 18.000 visitantes anuales, muchos de ellos niños que conocen así la realidad de las personas ciegas y su relación con el arte.

La Infanta se ha detenido junto a una de las maquetas de monumentos que expone este museo: la del Palacio Real de Madrid, que fue presentada por ella hace unos años, o junto a la de la Alhambra o una espectacular réplica del monasterio de El Escorial

El museo cuenta en sus obras con títulos en braille y códigos QR que permiten acceder a personas con cualquier discapacidad, además de sistemas de comunicación vía móvil para facilitar la movilidad, identificación de piezas y movilidad por el edificio.

Además de la Sala de Maquetas con monumentos nacionales e internacionales, el Tiflológico cuenta con una sala de obras de artistas con discapacidad visual; otra de material bibliográfico; y un breve recorrido por la historia del cupón, junto con la figura de “Fortunato”, la réplica de un vendedor de la ONCE de los años 60 realizada por el escultor Santiago de Santiago y cuyo original está ubicado en Madrid frente al Congreso de los Diputados en homenaje al vendedor, figura típica de la sociedad española de los últimos 80 años.