Las personas ciegas ya pueden ‘dar la vuelta al mundo’ a través de un globo terráqueo accesible
Incorpora un puntero-lector denominado LEO, que informa en voz de todo lo que hay en las zonas a las que apunta
Las personas ciegas o con discapacidad visual grave ya podrán ‘dar la vuelta al mundo’ a través de un globo terráqueo físico totalmente accesible, que acaba de ser presentado hoy por la ONCE y la Universidad Complutense de Madrid, y cuya demostración se encuentra disponible en YouTube (https://youtu.be/da-YrfPDBEI).
Se trata de una herramienta inclusiva pensada para su incorporación a las aulas donde estudian alumnos y alumnas ciegos, pero igual de útil para todas aquellas personas con discapacidad visual que quieran conocer en profundidad todos los detalles de la geografía mundial.
El globo terráqueo accesible ha sido presentado en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid por el director general adjunto de Servicios Sociales de la ONCE, Andrés Ramos, acompañado por el rector de la UCM, Joaquín Goyache, y el decano de la Facultad, Miguel Luque.
Esta iniciativa, que ha sido desarrollada por el Centro de Tiflotecnología e Innovación de la ONCE (CTI)(se abrirá nueva ventana), permite a todas las personas con discapacidad visual conocer con detalle todos los accidentes geográficos del mundo, mediante la incorporación de una suma de diferentes adaptaciones táctiles y tecnológicas.
En palabras de Javier Gutiérrez, catedrático y director del departamento de Geografía, el globo “tiene un gran valor, no solo simbólico, sino pedagógico. De hecho, el globo terráqueo es el mundo es nuestras manos y ahora también en manos de las personas ciegas gracias a este proyecto desarrollado por la ONCE”.
Por su parte, Andrés Ramos ha querido agradecer a la UCM el haber acogido esta presentación y Joaquín Goyache ha asegurado que “desde la UCM debemos trabajar para que cualquier persona ciega o con discapacidad visual pueda desarrollar en nuestras institución todas sus capacidades tanto académicas como culturales, deportivas...”
Cambio de colores, texturas y relieves y una tecnología muy precisa
Además de ser un globo terráqueo visualmente al uso, incorpora una serie de colores que facilitan la identificación de los distintos accidentes geográficos para aquellos usuarios que tienen algo de resto visual. Y distintas texturas que ayudan a la persona ciega a identificar el espacio en el que se está “moviendo” ya que la tierra tiene una textura totalmente diferenciada del agua o de la montaña. También al tacto, se identifican los meridianos y paralelos, ya que estos presentan distintas alturas en el relieve.
Junto a esta diferencia de texturas, relieves y colores, la nueva bola del mundo incorpora una tecnología de última generación en el reconocimiento de la información que, provista de un puntero lector específico para personas ciegas denominado LEO, permite leer con una síntesis de voz, unas etiquetas que son totalmente invisibles sobre la superficie del globo y que identifican las distintas zonas geográficas y sus características.
Estas etiquetas facilitan una información específica de cada lugar en el que posicionas el dispositivo lector, ayudando a identificar al usuario ciego la zona en la que está interactuando.
Por otro lado, en la propia peana, además de la identificación en braille del producto, se incorpora otra etiqueta que facilita, a través de la síntesis de voz, una breve guía sobre lo que permite hacer este globo y su uso.
Por último, incorpora una especie de “freno”, diseñado especialmente para este globo terráqueo, que utilizando tecnologías 3D, permite frenar el desplazamiento del mismo y facilita así la exploración manual a estos usuarios.
En una primera fase, se han producido 200 globos que la ONCE distribuirá a todos los centros educativos en los que estén escolarizados estudiantes con discapacidad visual.
Pero también estará disponible a través del CTI para todas las personas interesadas puesto que se trata de una solución innovadora, inclusiva e integradora, que pueden utilizar tanto niños como mayores, con o sin discapacidad. La tradicional bola del mundo, presente en muchos hogares y que enseñó geografía a muchas generaciones, ahora al alcance de las personas ciegas, especialmente de los más pequeños.
Herramientas de aprendizaje inclusivas
Para que los alumnos puedan alcanzar un rendimiento escolar pleno, es necesario que dispongan de todo el material adaptado (libros de texto, apuntes o cualquier otra documentación), ya sea en braille o en cualquier otro soporte. Muchos de ellos, además, cuentan con tecnología de última generación -adaptaciones tecnológicas- facilitadas por la ONCE para seguir el curso en igualdad de condiciones.
El globo terráqueo accesible que se acaba de presentar, se incorporará a las aulas donde estudien alumnos y alumnas ciegas, con el fin de ser una herramienta complementaria a los recursos didácticos habituales para la materia de geografía, que son los mapas físicos y políticos en relieve. El uso de este globo accesible facilitará a los chavales trasladar el conocimiento de los mapas de una estructura plana a una estructura esférica más cercana a la realidad.