Los cupones de la ONCE del 7 de marzo se suman a impulsar la igualdad en el Día de la Mujer
El Grupo Social ONCE es el mayor empleador mundial de mujeres con discapacidad
El Grupo Social ONCE defiende en la imagen de sus cupones la eliminación de cualquier discriminación de género entre mujeres y hombres, especialmente en las mujeres con discapacidad. Para ello, dedica la imagen del cupón del 7 de marzo, al Día Internacional de las Mujeres, que se celebra el 8 de dicho mes. En total, cinco millones de cupones recorrerán todo el país reivindicando la igualdad en todos los sentidos.
Patricia Sanz Cameo, vicepresidenta del Consejo General y presidenta del Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCE, ha presentad hoy en Murcia este cupón que, además ha sido presentado en Valencia, Salamanca y Euskadi. También se presentará en varias ciudades más.
La presencia femenina en la plantilla del Grupo Social ONCE se sitúa en 2023 en el 44,4% del total, hasta alcanzar 32.000 mujeres, de las cuales casi la mitad tiene discapacidad (algo más de 15.000). Es la mayor Organización del mundo en empleo de estas mujeres, mejorando además los datos del año anterior.
En el Grupo Social ONCE las mujeres y hombres que desempeñan un mismo puesto de trabajo perciben igual retribución, sin diferencias por sexo. Además, las mujeres ocupan en la ONCE el 47,7% de los cargos intermedios.
Y, dado que el talento no tiene sexo, edad o condición, la prioridad es incorporar talento de personas con discapacidad -que lo tienen más difícil-, para que trabajen en igualdad de condiciones retributivas y con posibilidad de tener un desarrollo profesional.
Con la ayuda de Inserta Empleo, el intermediador laboral de Fundación ONCE para la formación y el empleo, ayudamos también a mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género. En 2023, 142 mujeres en esa realidad fueron contratadas por Ilunion y 26 son vendedoras de la ONCE.
Falta de actualización en los datos
Las personas con discapacidad perciben una remuneración significativamente inferior al resto de la ciudadanía (según los datos del INE), tienen menor presencia en el mercado laboral y, además, los datos se actualizan con dos años de retraso, lo que dificulta comparar la situación laboral y salarial de las personas con y sin discapacidad.
Aun así, las conclusiones son rotundas: las personas con discapacidad no llegan a la mitad de las tasas de actividad y empleo de la ciudadanía sin discapacidad, sin bien las brechas de género entre hombres y mujeres con discapacidad son menores que cuando se valora esta brecha en el total de la población.
A finales de 2022 había en España un total de 1.941.900 personas con discapacidad en edad de trabajar. La tasa de actividad de las personas con discapacidad se sitúa en el 35,3% (34% para las mujeres y 36,3% para los hombres), que no llega ni siquiera a la mitad (78%) de la tasa de la población sin discapacidad, siendo del 73,2% para las mujeres y del 82,9% para los hombres. Se aprecia que, en el caso de las personas con discapacidad, la distancia es menor entre hombres y mujeres.
Lo mismo ocurre con la tasa de empleo. La cifra global en las personas con discapacidad (27,8%) es menos de la mitad de la tasa de empleo global de toda la población. Y, sin embargo, se observa que a los hombres y a las mujeres con discapacidad les separan solo 1,5 puntos, y cuando no se tiene en cuenta la discapacidad, la diferencia entre hombres y mujeres es de 11,3 puntos (inferior para ellas en ambas comparaciones).
Brecha salarial
Las personas con discapacidad que trabajan por cuenta ajena ganaban en 2021 una media de 21.544 euros anuales, lo que representa un 17,2% menos que la media de los trabajadores sin discapacidad; por sexos, la brecha salarial es del 21,2% comparando entre hombre con y sin discapacidad; y del 13,2% entre las mujeres con y sin discapacidad.
Si se compara salario medio de hombres y mujeres con discapacidad, la brecha es de un 10,3% mientras que, para la población en general, se eleva al 18,7%.
Además, los datos ponen de manifiesto que la brecha salarial existente entre las personas trabajadoras con y sin discapacidad se incrementa con la edad y el grado de discapacidad, siendo más difícil para quienes tienen más edad y un elevado grado de discapacidad acceder al mercado laboral y progresar después profesionalmente, sobre todo si son mujeres.
Desde sus orígenes, la ONCE decidió que quienes ocupen puestos de trabajo de igual valor cobren lo mismo, independientemente de que sean mujeres u hombres o de que tengan o no discapacidad. Y trabaja para detectar talento con discapacidad capaz de trabajar en igualdad de condiciones retributivas, algo presente transversalmente en todas las categorías.