Tres ajedrecistas ciegos disputan el Campeonato del mundo de Ajedrez
El torneo se celebrará en el Hotel Ibis Style Castelnaudary (Francia) hasta el 17 de julio
Tres ajedrecistas con discapacidad visual de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) disputarán el Campeonato del mundo de Ajedrez en las categorías de absoluto femenino y juvenil en la ciudad de Castelnaudary (Francia).
La representante en la categoría femenina es la malagueña Francisca García, que disputa su primer gran campeonato a los 65 años, pero que acumula varias participaciones en torneos. Actualmente es la única mujer que compite en ajedrez en Andalucía.
En cuanto a la categoría juvenil, los representantes son el joven leonés Aarón San Juan, de 15 años y actual campeón de España de Ajedrez; y la catalana Iraida Casadevall, de 16 años, que cuenta en su palmarés con un gran número de campeonatos. Ambos prometen un torneo muy emocionante.
El encuentro mundial se desarrollará en el Hotel Ibis Style Castelnaudary hasta el próximo 17 de julio. Se regirá bajo el protocolo sanitario reforzado de la Federación Española de Deportes para Ciegos, teniendo en cuenta que este deporte requiere estar en constante contacto con las piezas y los tableros.
Los tres representantes estarán acompañados del Maestro Internacional Daniel Rivera como entrenador y el técnico de ajedrez de la FEDC, Pablo Martínez.
El ajedrez, uno de los deportes más integradores
El ajedrez es un deporte de larga tradición entre las personas con discapacidad visual, por su facilidad para ser practicado de forma integrada en las competiciones con personas videntes.
Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan sólo algunas adaptaciones en el material de juego. Por ejemplo, el tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos para hacerlos diferentes al tacto.
Además, las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas. Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro, en el que se insertan las piezas a través de un pequeño vástago que éstas tienen en su parte inferior. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.
Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros. Cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero de modo que, al tocarlas, no moleste ni sea molestado por su contrario. Los relojes de ajedrez disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.