Cuidado personal y tareas domésticas
Se contemplan aquí todas las actividades que realizamos habitualmente y que constituyen la base de nuestra autonomía. Algunas actividades son básicas y diarias como la higiene, el arreglo personal, comer..., mientras otras son más esporádicas e incluso no se realizan (generalmente por roles sociales) como limpiar la casa, planchar, poner la lavadora...
El entrenamiento se realiza, generalmente, de forma individualizada, partiendo de sus intereses y adaptando las tareas a sus capacidades. En la realización de cada actividad existen múltiples variables y formas de llevarla a cabo, por lo que los entrenamientos van encaminados a detectar, en primer lugar, si la persona
- Corre peligro de hacerse daño o hacérselo a los demás
- Se siente incómodo, avergonzado o enfadado al realizar la actividad
- Requiere más tiempo o esfuerzo del que normalmente sería necesario
Posteriormente, se incorporarán las estrategias necesarias para conseguir una correcta realización. En general, se basan en potenciar los diferentes sentidos. Pueden ser:
- VISUALES (optimización del funcionamiento visual mediante la utilización del contraste, macrotipos, etc.)
- AUDITIVAS (reconocimiento y discriminación de sonidos)
- TÁCTILES (marcas, reconocimiento de letras u objetos, etc.)